Un estudio publicado en Neurology muestra porque, una vez más, preocuparnos por tener un corazón sano es una buena práctica.
Las personas que acumulan factores de riesgo cardiovasculares -hipertensión, diabetes, obesidad y tabaquismo- a lo largo del tiempo a un ritmo más rápido tienen un mayor riesgo de desarrollar demencia por enfermedad de Alzheimer o demencia vascular que aquellas cuyos factores de riesgo permanecen estables a lo largo de la vida.
¿Cómo fue el estudio?
La investigación se publica en «Neurology».
El estudio analizó a 1.244 personas con una edad media de 55 años que se consideraban sanas en términos de salud cardiovascular y habilidades de memoria al inicio del estudio. Los participantes se sometieron a pruebas de memoria, exámenes de salud y completaron cuestionarios sobre su estilo de vida cada cinco años durante un máximo de 25 años.
De todos los participantes, 78 personas, o el 6%, desarrollaron demencia por enfermedad de Alzheimer durante el estudio y 39 personas, o el 3%, demencia por enfermedad vascular.
El riesgo de enfermedad cardiovascular se determinó mediante la puntuación de riesgo de Framingham, que predice el riesgo a 10 años de sufrir un evento cardiovascular. Para ello se tienen en cuenta factores como la edad, el sexo, el índice de masa corporal (IMC), la presión arterial y si se fuma o se tiene diabetes. Los participantes comenzaron el estudio con un riesgo medio a 10 años de entre el 17% y el 23%.
Las personas del estudio con un riesgo de enfermedad cardiovascular estable tuvieron un riesgo medio del 20% de sufrir un evento cardiovascular en 10 años a lo largo del estudio, mientras que las que tuvieron un aumento moderado del riesgo pasaron del 17% al 38% en el transcurso del estudio y las que tuvieron un aumento acelerado del riesgo pasaron del 23% al 62% al final del estudio.
Los investigadores determinaron que, en comparación con las personas con un riesgo estable de enfermedad cardiovascular, las personas con un riesgo acelerado de enfermedad cardiovascular tenían entre tres y seis veces más posibilidades de desarrollar alzhéimer y entre tres y cuatro veces más riesgo de desarrollar demencia vascular. También tenían un riesgo hasta 1,4 veces mayor de deterioro de la memoria en la mediana edad.
¿Qué dicen los expertos?
«Tener un riesgo acelerado de enfermedad cardiovascular, acumulando rápidamente más factores de riesgo como la hipertensión arterial y la obesidad, es predictivo del riesgo de demencia y se asocia con la aparición del deterioro de la memoria», señala el autor del estudio, Bryn Farnsworth von Cederwald, de la Universidad de Umeå (Suecia). «Como resultado, las intervenciones tempranas con personas que tienen riesgos cardiovasculares acelerados podrían ser una forma eficaz de ayudar a prevenir un mayor deterioro de la memoria en el futuro».
FUENTE: ABC