Existen dos objetivos principales en el manejo de la FA. El primero es reducir el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular relacionado con la FA. El segundo objetivo es frenar o reducir los síntomas causados ​​por la arritmia.

Es importante poder llevar un seguimiento de nuestro pulso cardíaco para controlar las posibles señales que la fibrilación auricular puede presentar.