Historia de la ecocardiografía en Tucumán

Les compartimos un hermoso escrito realizado por el Dr. Roberto Quintana, sobre la Ecocardiografía en Tucumán…


“Al andar se hace caminos , y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de
volver a pisar”
. A. Machado

y “ Al volver mi vista atrás “ mis reminiscencias de los primeros momentos de la ecocardiografía en Tucumán llegan atronando, en forma arrolladora y desordenada a mi memoria. Jamás imaginé que hoy a mis 82 años pueda reencontrarme con la última generación de ecocardiografistas y equipos de avanzada, y esto se debe al gesto placentero, afable y agradable ( como una caricia al alma ) de un gran amigo que con su acto de gratitud borró la carestía de ingratitudes que sufrí en mi vida. Siempre es posible de la mano de un amigo o de un ser querido “ volver a pisar el camino que recorriste”……..

Todo se inicia “allá lejos y hace tiempo” en un Congreso Argentino de Cardiología en 1974 ó 1975, cuyo presidente fue el distinguido y apreciado Dr. Horacio Cingolani. En esa oportunidad, entre los invitados figuraba un sevillano radicado en Madrid, el Dr. Pablo Yuste y su discípulo el Dr. Asin Cardiel. Las disertaciones de los mencionados colegas, se referían a un nuevo método diagnóstico en cardiología “EL ECOCARDIÓGRAFO MODO M”.

Quedé sencillamente anonadado por la simpleza del método y la excelente información que podía brindar. Bienvenido a la cardiología…!!! pensé. Por la noche salí a cenar con unos amigos relacionados con el equipamiento médico (el tano Zúccolo entre ellos) y comenté la maravilla de la novedad y del posible costo elevado del equipamiento. Uno de ellos, no recuerdo cual, me comentó que en aduana existía un equipo que no había sido retirado y estaba próximo al remate, y se ofreció a darme información.

Cuando llegué a Tucumán necesitaba un cómplice para realizar la aventura, y no dudé en hablar y entusiasmar al Dr. José de Rosa. Estaba dispuesto a recibir los adjetivos propios de circunstancias parecidas “irresponsable, fantasioso, insensato, quimérico, etc”. Pero después de superar estoicamente la perorata, lo noté irresoluto. La batalla estaba ganada. El se encargó de conseguir el dinero y yo de hacer los trámites para sacar el equipo de la aduana “ Un METRIX …!!!

A fines de 1976 el Ecocardiógrafo era nuestro. En 1978 el Dr. Francisco de Rosa presentaba en la Sociedad de Cardiología de Tucumán el primer trabajo “El ciclo cardíaco y la génesis de los ruidos cardíacos normales por estudio simultaneo de Eco y Fonomecanocardiografía”. Vaya título..!!!! Era el inicio oficial de este nuevo método complementario de diagnóstico en cardiología en nuestra región.

A la par que desarrollábamos la ecocardiografia y otros registros gráficos, el Dr. Gerardo Palacios, magnífico emprendedor de la cardiología tucumana (fundador de la primera Unidad Coronaria pública de Tucumán y la segunda del país, e iniciador del Curso Superior de Médico Cardiólogo) decidió, con el apoyo del Dr. Carlos Raúl Landa (rector en esos momentos de la UNT) fundar el servicio de Registros Gráficos

Se licitó y se compró un vectocardiógrafo, un fonocardiógrafo, un equipo ergométrico y un Ecógrafo Modo M marca Berger y me propuso como Jefe del Servicio.

A partir de ese momento mi vida hospitalaria presentó un cambió rotundo y decisivo. En las primeras horas de la mañana el servicio se llenaba de una maravillosa concurrencia de colegas ávidos de practicar y aprender con los nuevos métodos, puedo decir que por este recinto pasó y se formó toda una generación de cardiólogos, la mayoría excelentes personas y profesionales, referentes actuales en la cardiología de nuestra región.

Muy frecuentemente, en estos diálogos cardiológico matinales hospitalarios, participaban los Dres. Palacios, Gareca, De La Serna, Agliano y otros, que enriquecíeron con su sabiduría y experiencia nuestro aprender diario.

En este grupo floreció la idea de comprar un transductor cardiológico para integrarlo a un equipo de ecografía Modo B adquirido por un radiólogo de la provincia. Fué una nueva experiencia que nos permitió “abrir la puerta en lugar de ver lo mismo por la cerradura”.

Posteriormente, fué el centro de imágenes MATSA, el que me permitió trabajar con la última generación y con nuevas tecnologías de la ecocardiografía.

Finalmente, llegaría lo que yo pensaba era “la última estación”. El Centro Privado de Cardiología. Institución en la que trabajé la mayor parte de mi vida y en la cual tuve enormes satisfacciones y en la que conservo grandes amigos. Aquí, tuve las mayores alegrías como Director de la Residencia y tengo discípulos que son mis amigos entrañables. Pero, como la vida, tiene múltiples aristas y condimentos, aquí también conocí la ingratitud en su forma más pura y dura, en el servicio donde yo había dejado mi vida: el de ecocardiografía. De un momento a otro, no podía seguir haciendo lo que más amaba y quedé relegado al ostracismo, en lo que pensaba era mi última etapa como médico.

Nunca imaginé, ni fuí de fantasear con un “retorno al camino recorrido”. Algo original, inédito y fresco sucedió de la mano de un discípulo AMIGO. Quiero mencionarlo. El Dr. Luis Aguinaga, para quien solamente tengo palabras de gratitud. Me convenció de que podía volver a hacer lo que había hecho toda mi vida y creó un servicio donde me nombró Director, en el Centro Integral de Arritmias Tucumán. Un nuevo proyecto, una nueva casa, nuevas sensaciones.

El momento sublime que ahora vivo, a mis 82 años, dirigiendo un servicio de Ecocardiografía, con tecnologías de última generación, un equipo de staff con colegas formados en el exterior, educando nuevos fellows, es como había soñado terminar mi carrera. Con el guardapolvo puesto.

Debo decir, que creo que cumplí con el juramento Hipocrático “viví y ejercí siempre mi arte en pureza y santidad, me abstuve de toda mala acción o injusticia, y al que me enseñó este arte le tendré la misma estima que a mis padres, si fuere fiel a este juramento se me conceda gozar de mi vida” y también cumplí con el mandato de mi Madre “Entrega un poco más de lo que recibiste”.

Inicié este pequeño opúsculo con versos de A. Machado y quiero despedirme de la mano de él “ nunca perseguí la gloria ni dejar en la memoria de los hombres mi canción“.

Es solo un relato de mis recuerdos y un agradecimiento actual……..26 de junio, 2021.

Dr. Roberto Quintana
Director Servicio Ecocardiografía
Centro Integral de Arritmias Tucumán