El cierre de las Primeras Jornadas Internacionales para el clínico puede resumirse en una palabra: satisfacción. Contar con disertantes de primer nivel significa una gran apuesta por la calidad y categoría de las jornadas, pero así también conlleva un enorme compromiso y dedicación en los meses previos al evento. Semanas de mucho trabajo, reuniones y pulir hasta el más mínimo detalle en materia organizativa.
Si bien la respuesta positiva del evento fue concretar una meta, somos consciente de que cantidad de asistentes no es el único indicador de éxito. Es algo que está en la calidad de las charlas y aquello que se llevan del evento. Está en el cambio que genera en ellos y en lograr que el techo de los eventos científicos crezca exponencialmente. Está en comprometernos a superarnos constantemente.