Aguacate
Además de un interesante aporte de vitaminas y minerales, el aguacate contiene gran cantidad de grasas insaturadas, sobre todo ácido oleico (el mismo que está presente en el aceite de oliva virgen).
- Experimentos con animales han demostrado que mejora la contracción y la relajación de las arterias, es decir, contribuye a mantener su buena flexibilidad (que se pierde a medida que vanza la enfermedad arteriosclerótica porque las arterias se vuelven más rígidas).
Legumbres
Consumirlas tres o cuatro veces en semana para reducir los lípidos o grasas de la sangre no es una recomendación nueva.
- Hace tiempo que se sabe que la fibra dietética (la que nos aportan los alimentos) «se une» a las moléculas de colesterol y ayuda a arrastrarlas y eliminarlas para que no se acumulen o se absorban en exceso.
Pescado azul
En las consultas sobre el colesterol y los triglicéridos cada vez se habla más de los beneficios que nos aportan los ácidos grasos omega 3 del pescado azul.
- Muchos especialistas recomiendan incluso suplementar la dieta con aceite de pescado para ganar salud cardiovascular. Sin embargo, cada caso es muy particular y conviene ser cautos al respecto.
- Lo que sí podemos recomendarte es que consumas salmón y otros pescados azules (mejor de tamaño pequeño) porque sus ácidos grasos ayudan –entre otras cosas– a que la sangre no se coagule en exceso, algo que puede acabar dañando las arterias.
Tomates
- Se ha comprobado que su licopeno puede mejorar la función vascular y contribuye a la prevención de los trastornos cardiovasculares.
- Este antioxidante es liposoluble y, por eso, se aprovecha mejor cuando consumimos el tomate después de cocinarlo con aceite de oliva (se libera al entrar en contacto con algún tipo de aceite o grasa).
Ajo
Tiene un efecto protector contra el exceso de lípidos (grasas) en la sangre y también contra la formación de placas de ateroma en las arterias coronarias.
- Aunque muchos especialistas optan por recomendar suplementos a base de este tubérculo (donde la concentración es mayor y se evita el efecto indeseado del sabor y el olor tan característicos), incluirlo a diario en nuestras comidas también supone una ayuda para todo el sistema cardiovascular en general y las arterias en particular.
FUENTE: SABERVIVIRTVE